A pesar de la pandemia, hubo mini procesiones de los Reyes Magos en Polonia

© Maciej Kursa_Orszak Trzech Króli

En toda Polonia, hay 2.500 mini procesiones de los Reyes Magos para celebrar la fiesta de la Epifanía. Es el belén callejero más grande del mundo. El año pasado, 1.300.000 polacos participaron en estas procesiones. Como en años anteriores, el Papa Francisco saludó a los participantes de las procesiones en Polonia este año.

La pandemia ha hecho necesario cambiar la configuración del evento: se organizaron principalmente mini procesiones de pocas personas y algunos de los eventos se trasladaron a Internet.

Los organizadores también propusieron varias otras formas de celebrar la Epifanía: procesiones familiares, villancicos juntos en las iglesias y también un desafío de villancicos en las redes sociales.

El lema de la procesión de los Reyes Magos de este año es “Demos gracias al Señor”, el título de la canción XIII de Jan Kochanowski, uno de los poetas polacos más importantes del Renacimiento.

El presidente del Patronato de la Fundación Tres Reyes, Piotr Giertych, dijo que el lema de la procesión expresa el agradecimiento por que, hace 10 años, el 6 de enero volviera a ser fiesta en Polonia, como lo es en muchos países europeos. “También tenemos algo que agradecer después de este año difícil. El 2020 fue un año difícil para todos, pero también estuvo lleno de ideas, lleno de esperanza, y precisamente esperamos que la Procesión de los Reyes Magos sea como una estrella que brilla en la oscuridad, como el nacimiento de Cristo”, añadió Piotr Giertych.

Debido a la epidemia, las mini procesiones fueron simbólicas. En algunos lugares, los Reyes Magos iban a caballo de parroquia en parroquia. En otros, se organizaron desfiles de coches. En Varsovia, la procesión, que atrajo a 90.000 personas el año pasado, se redujo a 5 personas para cumplir con las restricciones sanitarias.

“Este año, las procesiones animarán aún más las parroquias. La mayoría de las mini procesiones se organizaron después de las Santas Misas, en forma de villancicos y una marcha en grupos de 5 personas, de acuerdo con los requisitos sanitarios”, enfatizó el P. Paweł Rytel-Andrianik, director de la Oficina de Comunicación Exterior de la Conferencia Episcopal de Polonia.

El año pasado, se organizaron coloridas procesiones con la participación de familias multigeneracionales en 900 ciudades de Polonia. También hubo procesiones en otros continentes: en América, Asia y África.

Este año, los organizadores de las mini procesiones recibieron 700 mil coronas, 350 mil boletines y 300 mil cancioneros junto con la misma cantidad de pegatinas de los Tres Reyes Magos.

Otra propuesta para la celebración del 6 de enero es el “Reto de villancicos”. Los organizadores lo alientan a publicar un video de su familia cantando uno de los villancicos o pastorales de Navidad seleccionados en la red antes del 2 de febrero. Luego, se debe elegir a otras personas para participar en el desafío.

El primer cortejo público de los Reyes Magos se organizó en Polonia en 2009; fue creado como una continuación del juego de la natividad en una de las escuelas de Varsovia. La procesión ceremonial deriva de la tradición autóctona de los belenes y los villancicos, pero también sigue el modelo de los desfiles organizados en España o México.

La procesión polaca consiste en caminar por las calles de pueblos y aldeas detrás de la Estrella de Belén. Los Reyes Magos conducen a los participantes al establo, donde todos se postran ante Jesús y la Sagrada Familia. En el camino, se cantan villancicos, todos los participantes reciben un librito de villancicos y coronas de papel de colores.

El número de procesiones organizadas y participantes crece de forma sistemática. El hecho de que el 6 de enero se convirtiera en feriado en 2011 ha ayudado. Desde 2012, las procesiones han sido apoyadas por los presidentes polacos, comenzando por el presidente Bronisław Komorowski, y el presidente Andrzej Duda y su esposa han participado en procesiones en varios lugares de Polonia.

En 12 años, la procesión se ha desarrollado tanto en Polonia que actualmente participan más de un millón de personas cada año. Los organizadores de la procesión esperan que también comience una tradición similar en otros países.