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Un debate dedicado al memorable mensaje de los obispos polacos a los obispos alemanes

Family News Service / AH / 23.11.2021



Con motivo del 56º aniversario de la firma de la carta, que cae el 18 de noviembre, la Fundación para el Desarrollo de la Universidad Católica de Lublin (FUL) organizó, en el marco del proyecto del Fondo Patriótico del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional, un debate con la participación de Włodzimierz Rędzioch, vaticanista y periodista del semanario católico Niedziela, y Marian Romaniuk, historiadora, que investiga la vida y las enseñanzas del Beato Cardenal Stefan Wyszyński.


El 18 de noviembre de 1965, los obispos polacos dirigieron una famosa carta a los obispos alemanes, diciendo: «Perdonamos y pedimos perdón». Estas palabras ya eran de inmensa importancia en ese momento, aunque, sin duda, las intenciones de los obispos polacos fueron distintas a las consecuencias. La carta tenía un gran significado para las relaciones entre el Estado y la Iglesia. Este fue el resultado de dos circunstancias: por un lado, la finalización del Concilio Vaticano II y, por otro lado, la proximidad del aniversario de un acontecimiento particularmente importante para la Iglesia en Polonia: el milenio del Bautismo de Polonia. «La carta fue de importancia fundamental en el proceso de reconciliación polaco-alemana. En su redacción participaron el primado Wyszyński y Karol Wojtyła, entonces arzobispo metropolitano de Cracovia. Este documento fue elaborado en gran secreto, para que no hubiera interferencia de las autoridades comunistas, que atacaron el mensaje. En ese momento, no había perdón de su parte, sino odio y deseo de venganza», enfatiza M. Romaniuk.

La carta de los obispos polacos a los obispos alemanes constituyó una invitación especial a los obispos alemanes para participar en las celebraciones del milenio. Los obispos polacos pensaron que veinte años después del final de la Segunda Guerra Mundial, en el ambiente del Concilio, debía hacerse un cierto gesto que pudiera conducir a la reconciliación entre los polacos -que sufrieron la ocupación y todo el mal que hicieron los alemanes. para nosotros en los años 1939-1945- y los alemanes. Desafortunadamente, no tuvo el efecto que esperaban sus autores. A pesar de ello, se considera un documento simbólico que se adelantó a su tiempo y explica mucho sobre las relaciones europeas.

La gente de Occidente no sabía realmente lo que significaba el perdón, aunque la carta habla de las víctimas y la devastación de la economía polaca. Hoy en día, dejamos claro que el perdón tiene que ver con este tema: la muerte de personas inocentes. No había mejor ambiente para emitir la carta que el final del Concilio. «En mi opinión, los obispos polacos aprovecharon bien este momento, pero los obispos alemanes no lo tomaron bien y la respuesta decepcionó al propio Primado», comenta el erudito vaticano Włodzimierz Rędzioch.

El debate se organizó en el marco del Fondo Patriótico, gestionado por el Instituto Roman Dmowski e Ignacy Jan Paderewski para el Patrimonio del Pensamiento Nacional, establecido por decisión del Ministro de Cultura y Patrimonio Nacional.

Enlace al debate: www.youtube.com/watch?v=tAFCYoDnwIw

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