Una familia polaca asesinada por ayudar a los judíos puede ser beatificada
The Ulma family, przemyska.pl
Asesinados hace 77 años y llamados los “los samaritanos de Markowa”, hoy pueden ser elevados a los altares. Se trata de la familia polaca Ulma, que murió el 24 de marzo de 1944 a manos de los alemanes por esconder a ocho judíos en su finca. La petición para la beatificación de Józef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos, incluido uno no nacido, se presentó en Vaticano.
Esto significa que la investigación de las tres comisiones vaticanas de la Congregación para las Causas de los Santos se llevará a cabo, partiendo de una positio, es decir, la biografía y evidencia de las virtudes heroicas de los Siervos de Dios de Markowa. “En el caso de la familia Ulma, se trata de demostrar que fueron martirizados por su fe en Cristo, y los perseguidores, unos soldados alemanes, los privaron de la vida por odio a la fe de la familia Ulma o por la virtud resultante desde la fe, en este caso el amor al prójimo ”, explica el postulador del proceso de beatificación de la familia Ulma, padre dr. Witold Burda de la Arquidiócesis de Przemyśl.
En primer lugar, el documento está a cargo de una comisión de historiadores. Si su opinión es positiva, la positio pasará a la comisión teológica. Ellos, a su vez, investigarán si en el caso de la familia Ulma estamos ante tres elementos característicos del martirio. Es decir, cómo murieron los Siervos de Dios, qué motivó a la familia Ulma, que en 1942 tomaron a ocho judíos bajo su techo y cual fue la motivación de los soldados alemanes, que invadieron la finca de los Ulma el 24 de marzo de 1944 “- explica el padre dr. Burda.
La última comisión está formada por obispos y cardenales que resumen el trabajo. Si la comisión aprueba la positio, esta prosigue al Santo Padre y el Cardenal-Prefecto de la Congregación pide que se emita el decreto de aprobación del martirio. La proclamación de las virtudes heroicas de un candidato a altares significa que se le concede el título de Venerable Siervo de Dios.
El proceso de los Siervos de Dios de Markowa se separó del proceso de beatificación colectiva de los mártires polacos de la Segunda Guerra Mundial. Padre dr. Witold Burda revela que la comisión de historiadores ya se ha reunido y de las conversaciones preliminares parece que la positio de la familia Ulma será aprobada.
El dr Mateusz Szpytma, vicepresidente del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia, se muestra complacido con el desarrollo del proceso de beatificación. Como enfatiza, el tema de la familia Ulma es particularmente cercano a él, ya que Wiktoria Ulma era hermana de su abuela y también madrina de su difunto padre. El propio dr. Mateusz Szpytma lleva muchos años investigando sobre polacos que salvaron a los judíos perseguidos, especialmente en su región natal de Podkarpacie. También fue cofundador y director del Museo de la Familia Ulma en Markowa, que fue inaugurado en 2016.
“Hasta donde yo sé (…) la documentación está actualmente en manos de la primera de las tres comisiones vaticanas, por lo que ya se encuentra en una etapa avanzada. Estamos a la espera de esta decisión. La preparación de la positio fue un verdadero hito para este proceso”- dijo el vicepresidente del Instituto de la Memoria Nacional.
Padre dr. Witold Burda enfatiza que la singularidad del proceso de beatificación de la familia Ulma radica en el hecho de que los candidatos a los altares, aparte de los padres, son todos niños. Seis niños, de 1,5 a 8 años de edad: Maria, Antoni, Franciszek, Władysław, Barbara, Stanisława , así como el niño no nacido, que Wiktoria Ulma llevaba en su vientre. Padre doctor Witold Burda dijo que uno de los testigos de la exhumación testificó que la cabeza y el pecho del bebé sobresalían del útero de su madre, Wiktoria. “Es conmovedor que se pueda ver aquí el profundo deseo de todo ser humano de disfrutar de la vida, de venir al mundo. La Congregación ha incluido en el proceso a este niño por nacer, sin nombre y todavía no bautizado” – añadió el postulador del proceso de beatificación.
Josef Kokott se distinguió con crueldad durante la ejecución. Él mismo disparó a tres o cuatro niños. El oficial fue el único que fue juzgado y declarado culpable del crimen de Markowa. En 1957, fue arrestado en Checoslovaquia y luego extraditado a Polonia. Inicialmente sentenciado a muerte, el Consejo de Estado comunista cambió luego la sentencia a cadena perpetua y finalmente a 25 años de prisión. Kokkot murió en prisión en 1980. El comandante de la expedición punitiva, el teniente Eilert Dieken, trabajó como policía en Esens, en Alemania Occidental, después de la guerra. La investigación de la fiscalía alemana se interrumpió en la década de los 70.
Por otro lado, como el padre doctor Burda enfatizó, tenemos un “testimonio de la gran responsabilidad” de Józef y Wiktoria Ulma por sus vidas y por las vidas de sus familiares. El postulador del proceso de beatificación señaló que en los relatos de los testigos, la casa Ulma, a pesar de sus modestas condiciones, se describe como un hogar lleno de cariño y un ambiente cordial y con valores cristianos. “Estoy profundamente convencido de que la decisión de aceptar a ocho judíos bajo su techo, con la conciencia de las consecuencias horribles que les amenazaban, fue una decisión conjunta de Józef y Wictoria”, dijo el sacerdote de la arquidiócesis de Przemyśl, recordando las palabras de Józef sobre los judíos ocultos: “ellos también son personas, no puedo echarlos de mi casa”.
Padre Witold Burda agregó que los extranjeros con los que mantiene contacto también llaman la atención sobre la singularidad de la historia de la familia Ulma. Por ejemplo, un grupo de laicos de Padua, Italia, está organizando una conferencia sobre la familia Ulma el 30 de mayo, y las parroquias de Estados Unidos y Filipinas están pidiendo imágenes con oraciones para la beatificación de los Siervos de Dios de Markowa.
Dodaj komentarz