#TomorrowIsSunday (ES) | ¿Qué dice la semilla de mostaza sobre la fe?

Holy Land mustard seeds, PhotoCredit Sr. Amata CSFN

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, Año C

Domingo, 2 de octubre de 2022

Evangelio de San Lucas 17: 5-10

ES: https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100222.cfm

1. Introducción

La parábola sobre la semilla de mostaza, el árbol frondoso y el siervo no es una historia sobre el pasado, sino sobre lo que nos afecta a cada uno de nosotros en nuestra vida cotidiana. Trata de lo espiritual y lo material. A pesar de las apariencias, no hay ninguna oposición allí.

2. Palabras clave

Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería.

La semilla de mostaza es la más pequeña de todas las semillas conocidas en la época de Jesús. Es más pequeña incluso que un grano de semilla de amapola. Sin embargo, tiene un gran poder. Esto es lo que anteriormente dijo Jesús al respecto: „¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas”.

Lo mismo ocurre con la fe. Incluso la más pequeña tiene un gran poder y puede hacer lo imposible, como dice Jesús más adelante. Pone el ejemplo de un árbol de moras. En primer lugar, la morera tiene un sistema de raíces tan extenso que es casi imposible arrancarla. Y en segundo lugar, nadie planta árboles en el mar. Así que el sentido de las palabras de Jesús es que una persona que tiene la más mínima fe puede hacer cosas que son imposibles desde el punto de vista humano.

La fe no se limita sólo a la liturgia. Al final de cada misa hay una bendición y una ordenación para vivir la fe en los deberes cotidianos, como sigue diciendo Jesús en el Evangelio de hoy invocando la persona del siervo.

No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.

La palabra “inútil”, en griego “achreioi”, hace referencia a la palabra “chreios”, que significa deuda. Ser achreioi, por tanto, puede significar en este contexto: somos libres de deudas, hemos hecho lo que debíamos hacer. Todo lo que tenemos y lo que somos lo tenemos gracias a Dios. Con nuestras vidas sólo estamos pagando esa deuda. Y la Escritura añade: “Dios ama al que da con alegría”.

3. Hoy

Jesús concede gran importancia a lo que San Pablo expresó más tarde con las palabras “la fe sin obras muere”. No es de extrañar, pues, que el Señor Jesús, al hablar de la fe, ponga el ejemplo del grano de mostaza, que se utilizaba para mejorar la circulación de la sangre y para despertar la vida. ¿A qué acciones me estimula mi fe?