El Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca tras la aprobación del Informe Matić: La ideología prevalece sobre la razón

fot. Tobias Wahlqvist z Pixabay

“Me entristece profundamente la resolución del Europarlamento que pide la posibilidad de matar a los niños no nacidos”, escribió en Twitter el arzobispo Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, en su respuesta a la decisión del Parlamento Europeo de aprobar el “Informe Matić”.

El arzobispo metropolitano de Poznan subrayó que “la cultura de la vida que tenían en mente los padres fundadores de la UE se está convirtiendo en una cultura de la muerte y la exclusión, y la ideología está prevaleciendo sobre la razón.”

El Informe Matić establece el acceso universal al aborto. La resolución pide a todos los Estados miembros de la UE que garanticen “el acceso universal al aborto seguro y legal”. También anima a garantizar que “el aborto a petición sea legal en las primeras etapas del embarazo”, así como más tarde, “si la salud de la mujer embarazada está en riesgo”.

El arzobispo Stanislaw Gądecki dirigió un mensaje a los eurodiputados el 22 de junio en el que les instaba a rechazar la resolución. En aquel momento, el presidente del episcopado polaco escribió: El aborto es siempre una violación del derecho humano fundamental a la vida, una violación aún más aborrecible porque afecta a la vida del ser humano más débil y completamente indefenso. Es, por tanto, una manifestación de la más injusta discriminación.

El arzobispo Gądecki señaló que el Informe Matić niega no sólo el derecho a la vida, sino también el derecho a la libertad de conciencia. “Hay que subrayar que la Unión Europea menciona explícitamente, en la Carta de Derechos Fundamentales, el derecho a la objeción de conciencia, que es una característica especial de esta organización. El derecho a la objeción de conciencia, incluso para los trabajadores médicos, está explícitamente garantizado en las constituciones de muchos estados miembros. Por lo tanto, la adopción de la resolución podría considerarse también como un ataque a las constituciones de muchos Estados miembros”, señaló el presidente del episcopado en su declaración.