“Cada vida es un milagro” – Se lanza una nueva campaña provida
Credit_Grupa Proelio.Facebook
El diagnóstico de defectos en las manos, en la marcha o la parálisis cerebral hacía que los médicos propusieran el aborto. Los padres, sin embargo, querían aceptar el regalo de la vida, sabiendo que posiblemente sólo duraría unos años o incluso pocas horas. Estas historias en forma de reportajes son las que propone la campaña “Cada vida es un milagro”, inaugurada por la Fundación Grupo Proelio.
“Ponemos en marcha la campaña de la Fundación Grupo Proelio para mostrar que la vida de cada ser humano tiene un sentido, que no se puede matar a las personas antes de nacer por una supuesta enfermedad o discapacidad. En esta campaña, presentamos las historias de personas concretas, que corrieron el riesgo de ser asesinadas antes de nacer y, sin embargo, están vivas”, dice Magdalena Korzekwa-Kaliszuk, abogada y psicóloga, fundadora de la Fundación Grupo Proelio, en el vídeo de apertura de la campaña.
En su perfil de Facebook describe, entre otras, la historia de la ucraniana Natalia Martyniuk y su hija. “En la vigésima semana de embarazo (…) le diagnosticaron defectos +indignos de la vida+. Los médicos le recomendaron el aborto, porque nadie daba al bebé la posibilidad de sobrevivir. Hoy, Anna tiene 10 años, ¡y su vida es un milagro! ¡Todos los niños merecen una oportunidad!”, leemos en el post de la fundadora de la Fundación Grupo Proelio.
Otra historia es la de Ola, a quien en la semana 20 de embarazo le diagnosticaron hidrocefalia severa. Según el médico, Ola no iba a nacer viva o nacería con una discapacidad muy severa, y la “interrupción” iba a ser la única solución. “La propuesta de aborto se hizo varias veces. Tras la última negativa, el médico afirmó que la madre de Ola estaba arruinando su vida. Hoy, Ola tiene 6 años y aunque es discapacitada, el diagnóstico no se confirmó del todo, y para la familia ella es una fuente de alegría y amor”, anuncia la Fundación Grupo Proelio en su reportaje.
Sin embargo, ente las historias presentadas dentro de la campaña “Cada vida es un milagro” tampoco se omiten los casos más difíciles. Los autores del proyecto también recurrieron a padres cuyos hijos tenían defectos letales y murieron poco después de nacer. “Los testimonios de los padres que vivieron esta dramática situación y decidieron compartir con nosotros experiencias muy personales, no dejan lugar a dudas de que tanto para el niño como para los padres lo mejor es que se les dé la oportunidad de vivir al menos un breve tiempo juntos”, subrayan los iniciadores de la campaña. En uno de los reportajes, Marta y Andrzej Witecki hablan de sus hijos: Estera, que murió de síndrome de Edwards, y sus hijos, Kuba y Szymon (uno de ellos adoptado), que tienen síndrome de Down.
El sitio web cudzycia.pl también recoge testimonios escritos por los padres. Paweł Dębowski describe la historia de su hijo Frank. Junto con su mujer, Olga, vivían en Gran Bretaña. Tras casarse, esperaban un hijo. Las pruebas prenatales detalladas mostraron que el niño tenía pie zambo, un riñón muy pequeño y anomalías en la estructura del cerebro. Pruebas posteriores confirmaron los peores diagnósticos, y los médicos aconsejaron repetidamente el aborto.
“El caso de nuestro hijo lo cualificaba para ser asesinado legalmente hasta el final del embarazo (…) Estábamos devastados y aterrorizados. Nos resultaba difícil pensar en cómo sería nuestra vida con un niño enfermo y discapacitado, pero nos resultaba igualmente difícil imaginar cómo alguien podía matar a nuestro hijo inyectándole veneno en el corazón”, recuerda Pawel. Tras recibir el difícil diagnóstico, la pareja decidió venir a Polonia.
“Volamos a Polonia en busca de un milagro (…) En Wąwolnica hay un santuario mariano en el que se han producido muchos milagros. Allí ofrecimos a nuestro hijo a María para que lo cuidara…. Creemos firmemente que sigue cuidando de el y que fue ella quien nos llevó a Dios en aquel momento. Desde entonces, hay paz en nuestros corazones en lugar de miedo. Dijimos ‘sí’ a la voluntad de Dios, fuera cual fuera”, dice Pawel Debowski.
Francisco nació el 16 de agosto de 2019 por cesárea. “Aunque no podemos decir que sea un bebé 100% sano, ¡es nuestro milagro! La mayoría de las predicciones de las pruebas genéticas no se cumplieron. No hay anomalías en su cerebro. También tiene dos riñones de estructura y tamaño adecuados. No tenía ni labio del pelo ni paladar hendido. Sin embargo, tiene un (no dos) pie zambo, o mejor dicho, tenía uno, ya que ahora está enderezado y sólo lleva zapatos ortopédicos especiales”, leemos en un testimonio en el sitio web cudzycia.pl
La campaña de la Fundación Grupo Proelio pretende demostrar que el aborto nunca es una solución. Como señalan, aunque hoy en día en Polonia está prohibido matar a los niños antes de nacer si se sospecha enfermedades graves, todavía muchas personas abortan. “Queremos transformar los corazones y las conciencias de las polacas y los polacos, mostrando que todo ser humano merece la vida”, dicen los autores de esta nueva campaña Proelio.
“Cada vida es un milagro” presenta video-reportajes sobre personas que estaban amenazados de muerte porque la ley lo permitía o porque alguien presionó a sus padres para que abortaran. También incluye más de 80 testimonios escritos, que pueden encontrarse a partir de hoy en www.cudzycia.pl.
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